Debate

Como curso, llevamos a cabo un debate, el cual debía contener 2 posturas opuestas entre sí (aunque igual podrían ser complementarias) respecto de la esencia ética del humano.
La idea central del debate era contestar la pregunta ''¿El hombre es esencialmente bueno o malo?''.
El curso se dividió, de un lado estaban los que respondían que era esencialmente malo, del otro lado estaban los que respondían que era esencialmente bueno.

En lo personal me tocó defender la idea de que era esencialmente malo. A pesar de que ésta última tuviera más apoyo y respaldo (en cuanto a evidencias, casos conocidos mundialmente y experiencias personales), yo quería formar parte del otro grupo, de los que defendían la postura del hombre que era esencialmente bueno.

Antes del debate estaba un poco nervioso, pero no tanto por el hecho de debatir, sino más bien por la razón de que mi discurso no lo tenía preparado esquemáticamente, no lo tenía bien ordenado. Todo lo que iba a decir iba a ser improvisado, y como tenía una gran cantidad de ideas, no sabía como ordenarlas, y tampoco quise hacerlo antes, porque siento que si paso al frente a debatir siguiendo una linea de palabras ordenadas estrictamente, no escucharé lo que digo, y eso probablemente sea una espada de doble filo.

Al momento de debatir afortunadamente todo me salió bien (al menos eso pienso jajaja). Dije todo lo que había estudiado el día anterior. Como yo era uno de los contra argumentadores, mi método de refutar al otro grupo no era presentando más materia que tenga el fin de respaldar lo que ya dije. Mi método se basaba en escuchar atentamente al otro equipo y anotar en un papel las palabras que ellos decían ''textualmente'', con el propósito de ver algún hueco o contradicción que éste tuviera, y así usar lo que ellos mismos dijeron en su contra (cosa que también resultó con éxito).

Al final, como grupo de ''los malos'', ganamos. Me gustó la actividad. Quise debatir no solo para mostrar mi postura y ganar (o incluso llegar a un acuerdo mutuo entre ambos bandos), sino también para reforzarme a mí mismo, tanto en el lenguaje verbal como en el lenguaje no verbal (sobretodo en este último). Quería comprobar por mi mismo si el lenguaje no verbal realmente influye en una comunicación o no, y también si mirar a los ojos a cada participante mientras hablas, de alguna forma, impone seguridad en lo que se dice o no. En fin, fue una buena experiencia que sin duda me servirá para fortalecer mi psicología y ganar confianza. Agradezco la oportunidad.

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